Embriago de tango (Vendido)

Eternal amor entre dos amantes finitos preservado en sus espíritus que viajan más allá de lo carnal, encontrándose al converger en una misma figura, sin dejar atrás su ser individual. Conservados igualmente en sus memorias bajo la embriaguez de un vino tinto. Todo esto al ritmo de un tango.
(The eternal love between two finite lovers preserved in their spirits who travel beyond the carnal corpus, finding themselves when they converge in the same figure, without leaving behind their individual being. At the same time preserved into their memories under the intoxication of a red wine. All this at the rhythm of a tango.)



El cuadro Embriago de tango en acrílico, es una obra evocadora e íntima que captura un momento suspendido en el tiempo que regresa desde el recuerdo. En el centro de la composición, dos amantes se encuentran inmersos en una danza de tango, sus cuerpos entrelazados y llenos de emoción, reflejando la pasión y la conexión que comparten, a la vez que representan 2 individualidades exaltándose y fusionándose. Están representados dentro de una copa de cristal, lo que sugiere que su amor está protegido y encerrado en un recuerdo preciado, como un instante congelado en el tiempo.

Desde la parte superior de la copa, emergen dos almas etéreas, representadas como espíritus luminosos que flotan hacia el exterior. Estas formas vaporosas, simbolizan la esencia de los amantes, su conexión trascendiendo lo físico. Sus gestos son gráciles y sutiles, como si fueran una brisa suave que acaricia la escena, sugiriendo tanto liberación como nostalgia.

El fondo del cuadro es un tono color vino tinto más oscuro, que resalta la claridad y el brillo de la copa y de los amantes. Este contraste refuerza la idea de que, aunque sus cuerpos estén atrapados en un momento específico, sus almas son libres y están en movimiento, alejándose hacia un horizonte incierto pero lleno de posibilidades.

En conjunto, la obra invita a la reflexión sobre el amor, la memoria y la dualidad entre lo efímero y lo eterno, creando un espacio donde lo tangible y lo etéreo coexisten de manera armoniosa. Es un recuerdo de que nuestras vidas son travesías entre 2 puntos que adquieren sentido porque somos capaces de recordarlas, porque existe la memoria y los momentos.